Mediante una bomba hidráulica constante y una esfera de nitrógeno, el volante regresaba al centro solito y ofrecía asistencia variable: suave en ciudad y firme a alta velocidad, décadas antes de la asistencia eléctrica moderna.
¿Sabías que el Citroën SM (1970) estrenó la dirección DIRAVI autorrecentrante?
