Su sistema mecánico Bosch permitía al seis cilindros 3.0 rendir 215 CV y 260 km/h, mientras las emblemáticas puertas “alas de gaviota” existían porque el chasis tubular impedía montar marcos convencionales.
¿Sabías que el Mercedes-Benz 300 SL de 1954 fue el primer coche de serie con inyección directa de gasolina?
