Lanzado en 2013, emplea un chasis “LifeDrive” que combina aluminio y CFRP moldeado a alta presión; este procedimiento redujo 200 kg respecto a una carrocería metálica equivalente y abrió la puerta a la fabricación masiva de compuestos ligeros.
¿Sabías que el BMW i3 fue el primer coche de producción con célula de pasajeros íntegra en fibra de carbono?
